lunes, 5 de diciembre de 2011

¿BUENOS O MALOS?

Desde que nacemos nos dicen que nos tenemos que portar bien, pero, poco a poco, cuando vamos creciendo, nos damos cuenta de que a las malas personas les salen mejor las cosas. Ese tipo de casos se dan, día tras día, en los institutos.

A ningún alumno le gusta estar marginado de los demás, por eso suele hacer lo mismo que los animales, seguir al líder. Si un alumno está siendo acosado, en vez de defenderle, no digo todos, pero la mayoría, le acosan, y se ponen de parte del que va ganando.

Si un profesor o los propios padres le dicen lo que tiene que hacer o no, él va a hacer lo contrario. Digo esto porque lo compruebo cada vez que un profesor intenta dar clases sobre cómo portarse bien, y cómo actúan los alumnos al día siguiente.

No sé cuál es la solución, pero le hacen más caso a sus amigos que a sus padres, y lo digo porque me pasa a mí.

En la sociedad en la que vivimos cada vez hay más delincuencia, y eso empieza desde pequeños. No es que la gente se convierta en delincuente de la noche a la mañana. El ambiente en que se vive influye en el comportamiento de las personas. Los amigos o los hermanos mayores tienen que dar ejemplo, y la mayoría no lo hace. Lo  mejor sería empezar a portarse bien desde el principio. Por lo menos que sintiesen un escalofrío en el cuerpo al hacer algo malo, o simplemente tuviesen un poco de vergüenza.

En resumen, tenemos que ser buenos porque no hay que hacer a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Hacer daño convierte el mundo en un desastre, odiándonos los unos a los otros, sin amigos de verdad, utilizando a los demás como objetos para nuestro provecho.

Lo que quiero decir es que hay que empezar a cambiar el mundo educando a los niños, que aún son inocentes y no saben qué camino tienen que  tomar, para hacer un futuro mejor. Hay que ser bueno.

                             

martes, 1 de noviembre de 2011

Conflicto en la educación pública

Voy a hablaros de la injusticia de la Comunidad de Madrid contra los profesores de la educación pública. El conflicto comenzó cuando la Consejería de Educación anunció el aumento de su horario lectivo, de dieciocho a veinte horas semanales.


A raíz de eso, los profesores comenzaron a realizar huelgas porque su horario no es solo el lectivo; también emplean horas en preparar clases, reuniones, corregir exámenes, la hora de tutoría -que, por cierto, nos la han suprimido y la tienen que hacer fuera del horario escolar-, etcétera.


A parte de eso, algunos profesores que antes eran interinos, ahora están en paro, y otros profesores tienen que suplirles, incluso hay centros en los que hay profesores dando clase de una asignatura, además de la suya, de la que no están especializados. Hay otros a los que les han trasladado a otro centro, haciéndoles una faena a ellos y a su familia. A veces, pienso que los gobernantes no se dan cuenta de que hay personas que tienen una vida como ellos. Sólo nos utilizan. También creo que es porque se les sube a la cabeza tener un cargo tan alto, y se olvidan de los demás. Y todo esto se supone que es para ahorrar ochenta millones de euros.


Yo creo que lo que tienen que hacer es recortar en sus gastos oficiales, que para eso ganan más dinero y no malgastar en cosas innecesarias como sus sueldos excesivos, su chófer, comer en restaurantes caros, comprar ropas caras, etcétera. En vez de eso se dedican a ahorrar en la escuela pública, que repercutirá el día de mañana en menos cultura y preparación de las personas.